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Hace 20 años el lenguaje de moda era Java. Hoy el nuevo lenguaje de programación es... el inglés

Lucas del Corral
Building Manager
25 sept 2025
Hace dos décadas, si querías estar a la vanguardia en desarrollo de software, aprendías Java. Hoy, en 2025, la habilidad de moda es muy distinta: saber comunicarse en inglés con el uso de inteligencia artificial. No es broma: en la era de la IA generativa, programar a menudo significa describir en inglés lo que quieres que ocurra, y dejar que la máquina escriba el código por ti.
A esta nueva forma de desarrollo de software se le llama vibe coding, y está revolucionando la creación de aplicaciones. La expresión fue acuñada por Andrej Karpathy (exdirector de IA de Tesla) a comienzos de 2025, y en pocas semanas vibe coding ya aparecía en la prensa de Silicon Valley como el nuevo término de moda. Incluso el diccionario Merriam-Webster incorporó el término ese mismo año, catalogándolo como argot tecnológico emergente - señal de la rápida difusión de esta idea.
¿Qué es el vibe coding?
El vibe coding es una práctica emergente de desarrollo de software que usa la Inteligencia Artificial para generar código a partir de instrucciones en lenguaje natural, acelerando el desarrollo y haciendo la creación de apps más accesible, especialmente para quienes tienen poca experiencia programando.
En lugar de escribir código línea por línea, el desarrollador o builder pasa a guiar a un asistente de IA mediante instrucciones conversacionales, refinando y probando el resultado hasta dar con la solución deseada. Dicho de otro modo, la persona se enfoca en describir qué quiere lograr y la IA se encarga de escribir el código. El rol humano cambia de ser un “escritor” de código a un director de orquesta, que valida y pide mejoras sobre la marcha.
Un aspecto clave del vibe coding es que permite a casi cualquier persona plasmar una idea en software funcional sin necesidad de dominar un lenguaje de programación tradicional. El periodista Kevin Roose, por ejemplo, sin experiencia profesional en programación, creó aplicaciones personales describiendo lo que necesitaba en lenguaje cotidiano. Una de ellas fue LunchBox Buddy, que sugería almuerzos en base al contenido de su nevera.
De la UX a la DX y ahora a la AX.
Para entender por qué vibe coding importa, conviene mirar hacia atrás: cada ola tecnológica ha estado marcada por un cambio en qué experiencia poníamos en el centro. En los últimos 20 años hemos pasado por varias olas en torno a la experiencia:
OX (Operational Experience): compañías que crecieron gracias a dominar la eficiencia en producción y supply chain. Pensemos en Toyota con el Lean Manufacturing, el foco estaba en el proceso, no en la persona.
UX (User Experience): diseñar pensando en el usuario final. Con Zappos a inicios de los 2000, el mundo vio que ganar no era solo producir barato, sino diseñar una experiencia inolvidable para el cliente. Devoluciones sin coste, soporte telefónico sin scripts y envíos ultra rápidos marcaron el inicio de la era UX. Lo mismo con Apple y el iPhone.
DX (Developer Experience): facilitar la vida de los desarrolladores. Stripe entendió que si hacías la vida del developer fácil, las empresas lo elegirían por encima de alternativas más establecidas como PayPal. Un par de líneas de código bastaban para procesar pagos globales: así nacía la Developer Experience como ventaja competitiva.
AX (Agent Experience): la nueva capa emergente, en la que los productos y plataformas deben estar listos para que también los agentes de IA interactúen de forma autónoma. Hoy estamos entrando en la era AX. Si UX fue pensar en usuarios y DX en developers, ahora el reto es diseñar productos que puedan ser consumidos por agentes de IA. No diseñamos solo para personas, sino también para que agentes IA lean instrucciones, construyan y ejecuten. Hoy el AX puede ser el equivalente a SEO en los 2000: si no diseñas para ser legible por agentes, desapareces del mapa.
¿Por qué importa a la innovación corporativa?
El vibe coding tiene implicaciones estratégicas para las corporaciones:
Democratización del desarrollo: perfiles no técnicos pueden crear prototipos funcionales en cuestión de horas.
Velocidad de validación: se reduce drásticamente el tiempo necesario para pasar de una idea a un prototipo testeado con clientes reales.
Reducción de costes de equivocación: permite lanzar hipótesis al mercado y descartar rápido las que no funcionan.
Cambio de rol del talento: los desarrolladores se convierten en curadores y auditores de IA, asegurando calidad y seguridad.
En Byld, por ejemplo, hemos utilizado vibe coding para tangibilizar y validar con usuarios reales iniciativas como:
Una plataforma colaborativa para desastres naturales, que en semanas nos permitió testear con comunidades afectadas qué funcionalidades eran más valiosas y cuál era su disposición a pagar.
Una app femtech de bienestar personalizado, desarrollada en pocos días, que nos ayudó a validar qué funcionalidades valoraban realmente las usuarias y qué modelo de negocio resultaba más atractivo.
En ambos casos, pasamos de hipótesis a prototipos funcionales en tiempo récord, obteniendo feedback real antes de invertir grandes recursos.
Para los equipos de innovación, la pregunta ya no es si usar vibe coding, sino cómo integrarlo en sus procesos antes de que lo haga la competencia.
Herramientas clave del vibe coding.
El ecosistema se está expandiendo rápido. Algunas herramientas destacadas son:
Replit: genera aplicaciones completas, mantiene contexto en múltiples archivos y despliega en segundos.
Bolt.new: crea apps web o móviles desde el navegador usando prompts, con ejecución real en contenedores.
Lovable: pensado para no programadores, facilita cambios en interfaces con instrucciones simples.
v0 (de Vercel): especializado en frontends, ofrece vista previa en tiempo real mientras se describe lo que se busca.
Limitaciones actuales.
Calidad y mantenimiento: el código puede ser opaco y difícil de escalar en proyectos complejos.
Seguridad y compliance: la IA puede introducir vulnerabilidades inadvertidas.
Dependencia tecnológica: confiar demasiado en un proveedor de IA puede generar lock-in.
Brecha de talento: democratizar no implica sustituir la comprensión técnica; existe el riesgo de formar profesionales dependientes de la IA.
¿Hacia dónde va el vibe coding?
El futuro apunta a que el vibe coding se convierta en un estándar de prototipado rápido en corporaciones. En el batch de invierno 2025 de Y Combinator, el 25% de las startups declaró que el 95% de su código fue generado por IA. Y grandes tecnológicas estiman que hoy entre 30-40% del código en producción ya proviene de IA.
¿Significa esto que los programadores desaparecerán?
No. La IA carece de criterio y comprensión profunda del contexto de negocio; seguirá siendo necesario el ingenio humano. El valor estará en la colaboración hombre-máquina, donde las organizaciones más innovadoras serán las que aprendan a “vibear” sus ideas en código… antes que la competencia.
Conclusión.
En 2005 la ventaja era saber Java, en 2025 será saber vibear. Los que aprendan antes a traducir ideas en código conversacional serán quienes definan el próximo ciclo de innovación. En Byld ayudamos a corporates a pasar de la idea al prototipo en días, no meses. Si quieres aprender a vibear tus ideas con nosotros, hablemos.