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La innovación a través de los ojos de un niño: Redescubriendo el Corporate Venture Building.
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Lucas del Corral
Building Manager
Apr 30, 2024
El concepto de Corporate Venture Building se sitúa en el núcleo de aquellas empresas que aspiran a liderar en mercados competitivos y en constante cambio. Esta estrategia de innovación permite a las corporaciones ser más ágiles y flexibles, adaptándose rápidamente a los cambios del mercado mediante una combinación de sus activos clave y experiencia corporativa, junto con el dinamismo de una startup.Un elemento clave en este proceso dentro de la corporación es el emprendedor interno o intraemprendedor, quien impulsa la cultura de agilidad y lidera la creación de las nuevas ventures. Estos directivos no son gerentes tradicionales, sino innovadores con mentalidad de startup, dedicados a convertir ideas disruptivas en modelos de negocio viables y luego llevarlos al mercado.Junto al equipo de una compañía experta en Corporate Venture Building (como Byld), el emprendedor interno desarrolla un ecosistema que favorece la experimentación y la iteración rápida, lo que permite explorar nuevos mercados y generar nuevas fuentes de ingresos. Los productos y servicios resultantes están diseñados para ser escalables, contribuyendo significativamente al crecimiento de la compañía a largo plazo.Es por ello que llevar adelante estrategias de Corporate Venture Building exige no sólo habilidades empresariales agudas, sino también una profunda transformación personal del intraemprendedor. Esta transformación se asemeja a las etapas del desarrollo del espíritu humano descritas por Friedrich Nietzsche: el camello, el león y el niño. Integrando las reflexiones de Nietzsche con las visiones artísticas de Pablo Picasso, podemos explorar cómo la mirada del niño es crucial para navegar la incertidumbre y fomentar la innovación dentro de las estructuras corporativas.
1. El Camello: La base de la resiliencia.
El inicio de la travesía en el Corporate Venture Building se asemeja a la etapa del camello, donde el emprendedor interno asume las cargas de los desafíos corporativos y del mercado. Al igual que el camello, que puede atravesar desiertos cargando grandes pesos, la venture debe soportar la presión de las expectativas corporativas mientras busca innovar. Esta etapa es fundamental, pues construye la resiliencia necesaria para enfrentar los desafíos venideros, enseñando al emprendedor la importancia de absorber y aprender de su entorno antes de intentar transformarlo.
2. El León: La rebelión necesaria.
La metamorfosis hacia el león refleja el momento crítico en que el emprendedor interno comienza a cuestionar y retar las normas establecidas dentro de la corporación. Esta fase es el corazón de la lucha por la autonomía e independencia, donde la startup debe encontrar su propia voz y espacio para innovar. La figura del león, fuerte y valiente, simboliza la necesidad de desafiar el status quo y abogar por nuevas direcciones y metodologías, a menudo enfrentando resistencia interna para defender el potencial de la innovación disruptiva.
3. El Niño: La esencia de la innovación.
Al alcanzar la etapa del niño, el emprendedor y su proyecto se encuentran en un estado de creatividad y exploración puras. Inspirados por el anhelo de Picasso, quien solía pronunciar: “Me tomó cuatro años pintar como Rafael, pero me llevó toda una vida aprender a dibujar como un niño”, y reforzados por los sorprendentes resultados del Marshmallow Challenge, desafío en que, contra todo pronóstico, niños pequeños suelen superar a adultos altamente educados, como estudiantes de MBA. La razón detrás de este fenómeno es la disposición de los niños a experimentar y adaptarse, en contraposición a los adultos que planifican y ejecutan con un enfoque más rígido. Esta fase celebra la importancia de una mentalidad abierta y experimental. La mirada del niño, libre de prejuicios y llena de curiosidad, permite una aproximación innovadora al problema, estimulando soluciones creativas y disruptivas que pueden eludir a mentes más condicionadas por las normas y expectativas corporativas.
4. La importancia de la mirada del niño.
La flexibilidad, la experimentación y la capacidad de adaptación —características inherentes a la mentalidad de los niños— son esenciales en la innovación. Frente a la incertidumbre y los desafíos complejos, la actitud de juego y exploración conduce a resultados superiores, en comparación con los enfoques más rígidos y lineales típicos de los adultos.
Esta capacidad para abordar la incertidumbre con una mente abierta es crucial en el Corporate Venture Building. La mirada del niño no solo implica una mayor atención a los detalles y una apertura a la sorpresa sino también una disposición para desaprender y reconstruir el conocimiento. En un entorno corporativo, esto se traduce en la capacidad de ver más allá de las soluciones obvias, explorar caminos inesperados y abrazar el fracaso como una oportunidad de aprendizaje.
5. Redescubrir el mundo con asombro: La lección de Siddhartha.
Herman Hesse, en "Siddhartha", explora la búsqueda de conocimiento y la importancia de vivir con una sensación de maravilla y curiosidad, similar a la de un niño. Siddhartha aprende a escuchar y observar el mundo de manera profunda, apreciando los pequeños detalles y la belleza que lo rodea. Este enfoque, contrario a la búsqueda lineal y objetiva de los adultos, es revelador para el proceso de innovación. Nos enseña que, al perseguir metas específicas, a menudo podemos pasar por alto oportunidades y soluciones innovadoras que están "escondidas a simple vista", esperando ser descubiertas por aquellos dispuestos a mirar el mundo desde una perspectiva diferente.
Conclusión.
La travesía del Corporate Venture Building es un proceso complejo de transformación organizacional, anclado en la sabiduría de aceptar las cargas del entorno (el camello), la valentía para desafiar el status quo (el león) y, sobre todo, la pureza de la creatividad y la innovación (el niño). Al integrar estas etapas, las corporaciones pueden cultivar un ambiente donde la pasión, la experimentación y una profunda apreciación por el proceso de descubrimiento guíen el camino hacia innovaciones transformadoras. En este entorno, el Corporate Venture Building se convierte en una aventura apasionante, donde la meta no es solo el éxito comercial, sino también el redescubrimiento constante de lo que es posible cuando miramos el mundo a través de los ojos de un niño.
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